Un gusto tenerte por estas páginas de nuevo, seguramente te
has topado con esta escala de valores en varias oportunidades para evaluar algún
producto o servicio, o al responder encuestas. La reflexión que quiero traerte
hoy inicia del hecho de aplicar esta escala a nosotros mismos.
Imagina una encuesta en la que debes dar una respuesta cerrada
en esta escala: Malo, Regular, Bueno y EXCELENTE. Y que te encuentras con
preguntas como:
¿Cómo se encuentra tu vida?
¿Cómo están sus relaciones familiares?
¿Cómo va tu vida en la relación matrimonial?
¿Cómo está tu relación con tus amigos?
¿Cómo está tu salud?
¿Cómo se encuentra tu desarrollo personal y espiritual?
¿Cómo va tu carrera y éxito profesional?
¿Cómo están tus finanzas?
Si respondes con sinceridad a estas interrogantes, sólo de
forma cerrada y sin anteponer explicaciones o excusas te encontraras frente a
una autoevaluación.
En este momento podrás estar un tanto reflexivo al descubrir
que no todo está excelente o bueno, pero si es así permíteme FELICITARTE;
porque llegaste a un punto donde puedes hacer algo para cambiar las cosas.
Lo Malo: indica la urgencia de un cambio radical, esto te
pide a gritos que despiertes del letargo y pongas “Manos a la Obra” para
enderezar el rumbo y corregir el área que sufre por una debilidad.
El desarrollar nuevos hábitos efectivos, te ayudará a
levantar cabeza en las áreas con debilidad para así convertirlas en fortalezas
dentro de tu vida diaria.
Lo Regular: muestra falta de compromiso y algo de
mediocridad en esa parte especifica de tu vida.
Elimina las actitudes mediocres, evita dejar para mañana lo
que puedes hacer ¡YA! Y pon una milla extra para llenar esas faltas con un
mayor compromiso.
Lo Bueno: esto puede parecer suficiente en algunos aspectos
de nuestra vida, pero la realidad es que lo bueno es el peor enemigo de lo
EXCELENTE.
Revisa los puntos que te separan de la excelencia y corrige,
de esta forma notarás como con pequeños ajustes en tu estilo de vida lograras
grandes cambios positivos.
Por último, Lo EXCELENTE: es el nivel donde deberían permanecer
todas las áreas de nuestra vida, aún cuando sabemos que no existe la
perfección, vivir cada día pendiente de mejorar nuestra vida nos conducirá irremediablemente
a lograrlo y disfrutar de la plenitud que Dios nos regalo como sus hijos. Seres
inteligentes, capaces de superarse y alcanzar sus sueños y metas.
Espero estas líneas te animen a llevar a cabo los ajustes
necesarios en tu diario andar.
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tu comentario y conectarte conmigo en las redes sociales…